La Quinta Disciplina y la PNL

 Basado en el libro “La Quinta Disciplina”, surgió un listado de las premisas que podrían definir a una organización inteligente, libre de prejuicios y con capacidad de aprendizaje.

1-La gente considera que su trabajo es importante, tanto para ella como para los demás

2-Cada individuo de la empresa está mejorando su capacidad creativa

3-Las personas de la empresa cuando forman grupos son más eficientes que en forma separada. Si se requiere una tarea creativa, se le encarga a un grupo en vez de una sola persona.

4-La organización es cada vez más consciente de sus propias limitaciones y conocimientos.

5-La visión es compartida. Todos la entienden, la conocen y de hecho concuerdan.

6-Se invita a los empleados a aprender lo que sucede en todos los niveles de la empresa, para que entiendan cómo sus actos influyen sobre otros.

7-La gente tiene libertad para cuestionar premisas y prejuicios. Hay pocos “peces gordos” o “intocables”.

8-Todos se tratan como colegas. Hay respeto mutuo y confianza en el modo de hablar y trabajar.

9-Todos se sienten en libertad de experimentar, correr riesgos y evaluar abiertamente los resultados. Nadie es eliminado por cometer un error.

Llegar a conseguir esto requiere un cambio de paradigma profundo. Aún sabiendo lo bueno que puede ser podemos fácilmente encontrar muchos ejemplos para decir que no funcionaría. Sin embargo, las empresas que han podido luchar contra su propia burocracia y resistencias internas han logrado grandes cambios, como por ejemplo, Google.

Para que una empresa pueda llevar esto a la práctica, requiere pasar por un proceso que puede durar años. Aquellas empresas cuyas políticas apuntan al corto plazo jamás podrán avanzar hacia una organización de aprendizaje.

A través de nuevas CAPACIDADES, la empresa comienza a PERCIBIR nuevas formas de ver las cosas. Por ejemplo, si aprendo que las diferencias suman (en vez de ser algo que me ataca) voy a empezar a percibir que obtengo mejores resultados en mis relaciones.

Una vez que la empresa, adquiere el hábito de ver las cosas de forma diferente, se logran modificar sus CREENCIAS. “Como jefe, antes creía que era mejor dejar contento al gerente, ahora creo que es mejor dejar contento a mis empleados. Como gerente antes creí que era mejor dejar contento al director, ahora creo que es mejor ver contento a los jefes que superviso”.

Cuando la empresa modifica sus creencias, incluyendo el cambio de paradigma, se da cuenta que necesita nuevas CAPACIDADES. Así comienza un ciclo que se retroalimenta constantemente y la empresa no termina nunca de aprender sobre ella misma.

Muchas de estas premisas, algunas un poco utópicas, se podrían conseguir si todos los miembros (incluyendo a los accionistas) aplicaran algunas de las premisas de la Programación Neurolingüística, el Coaching o la Gestalt en el trabajo y en sus vidas.

Muchas empresas mandan a sus supervisores o jefes a nuestros cursos. Sería conveniente que también vengan los accionistas o altos directivos. Muchas veces me pregunto si los alumnos que capacitamos se desalentarán cuando vuelvan a su trabajo y se encuentren que es muy difícil que los demás entiendan que existe una forma mejor de ver el mundo del trabajo. Al menos sé que ellos si pueden verlo.

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