Aprendizaje Consciente e Inconsciente

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CURVA DE APRENDIZAJE CONSCIENTE E INCONSCIENTE

En este artículo vamos a explicar las diferentes etapas del aprendizaje, la pedagogía para mejorar y los bucles de retroalimentación del aprendizaje. Exploraremos el aprendizaje consciente y el aprendizaje inconsciente.

La cultura en que vivimos considera que todo lo que hacemos lo hacemos de manera consciente, pero ello no es así. Lo que mejor hacemos lo hacemos de manera inconsciente. Comprender la curva de aprendizaje o curva de Bandura te ayudará a determinar si estás en etapa de aprendizaje consciente o de aprendizaje inconsciente.

Seymour y O’Connor señalan las cuatro etapas del aprendizaje

Incompetencia inconsciente: No sé qué no sé.

Incompetencia consciente; Sé qué no sé.

Competencia consciente: Sé qué sé.

Competencia inconsciente: No sé qué sé.

etapas del aprendizaje
Etapas de aprendizaje consciente e inconsciente

1-PRIMERA ETAPA: INCOMPETENCIA INCONSCIENTE

En la primera etapa, no solamente no se sabe algo, sino que tampoco se sabe  que no se sabe. Para ser un poco más claro, esta etapa nos indica que hay algo que existe pero tú ni siquiera lo conoces, o si lo conoces piensas que lo sabes.

Por ejemplo, si decimos que sabemos escuchar, a juicios del autor, estamos antes una competencia inconsciente, dado que la mayor parte de las personas creen saber y aplicar lo que es escucha activa.

2-SEGUNDA ETAPA DE APRENDIZAJE: INCOMPETENCIA CONSCIENTE

Luego, al hacerse consciente la ignorancia, comienza el aprendizaje. Ahí se descubren las limitaciones. Todo es difícil en esta etapa, pero es cuando más se aprende.

Siguiendo con el ejemplo anterior, descubres que la escucha activa es algo más que lo que pensabas, y declaras que es algo que deberías aprender para tu desarrollo profesional o personal. Ahora estás en el punto en donde sabes que existe algo nuevo pero también sabes que debes aprenderlo.

3-CURVA DE APRENDIZAJE: COMPETENCIA CONSCIENTE

Al llegar a la competencia consciente, se adquiere habilidad, pero no el dominio, que se dará en base a experiencias repetidas. Durante la competencia consciente estamos en una curva ascendente de conocimiento.

El mejor ejemplo es cuando aprendemos a conducir. No puedes aprender todo al mismo tiempo, por lo cual, aplicando pedagogía, la enseñanza se fragmenta. Primero aprender los pedales. Cuando ya tienes el aprendizaje consciente de los pedales, comienzas con el radio de giro y volante, luego es uso de retrovisores, etc.

Lo que va sucediendo es que a medida que adquieres el dominio en algo, pasas a concentrarte en lo que sigue. Hasta que no domines el uso de los pedales te costará mucho concentrarte en el radio de giro.

Actualmente, si es que conduces, te subes al coche y no piensas: ¿Qué debo hacer?. Simplemente te subes y arrancas mientras estas pensando en lo que vas a decir en la reunión que te espera. Esto nos conduce a la cuarta etapa

4-CUARTA ETAPA DE APRENDIZAJE: COMPETENCIA INCONSCIENTE

En la última etapa, la de la competencia inconsciente, se incorpora todo aquello que tanto costó aprender. Allí la habilidad se hace automática porque ha quedado incorporada al inconsciente.

Si uno practica algo durante un tiempo suficiente, alcanzará esta cuarta etapa y creará hábitos. En este punto la habilidad ejercitada se ha convertido en inconsciente. Sin embargo, puede ocurrir que los hábitos no sean los más efectivos para realizar esa tarea. Nuestros filtros pueden habernos hecho perder alguna información importante en nuestro camino hacia la competencia inconsciente.

Si quieres aprender más sobre las etapas puedes leer nuestro artículo sobre la Curva de Bandura

DESAFIANDO EL APRENDIZAJE: DESAPRENDER PARA REAPRENDER

Es difícil que un aprendizaje se produzca de una vez y para siempre. En un mundo en constante cambio, es común que los conocimientos que quizá costó tanto adquirir  se vuelvan de pronto insuficientes o directamente obsoletos. Cada vez se hace más necesaria la capacitación continua y la actualización. Aceptar esto implica una actitud flexible y humilde.

EJEMPLO DE RE-APRENDIZAJE

Supongamos que aprendimos a practicar un deporte que ejercitamos y creemos que lo hacemos bien. Sin embargo, puede ocurrir que un experto nos vea y nos anime a mejorar ese desempeño.

Nos observa cómo es que lo hacemos habitualmente y detecta algunas fallas que no sabíamos que las teníamos. Nos dice cuales son y como corregirlas, por ejemplo modificar algunos movimientos, miradas, etc. y entonces caemos en la cuenta de que hay que cambiar algunas cosas.

Como ya teníamos una unidad de conducta compuesta de varias piezas y elementos, es necesario identificar estos elementos que ya no van a ir de acuerdo con la nueva habilidad y hay que reconstruir las piezas de conducta de modo que pueda mejorar el desempeño deseado.

Eso quiere decir que se dará marcha atrás en las etapas (o niveles) de aprendizaje hasta la incompetencia consciente (dado que sabemos qué es lo nuevo que tenemos que aprender) y tendremos que desaprender antes de reaprender.

MODELOS EFECTIVO DE RE APRENDIZAJE

La principal razón de esto es la de construir nuevas opciones, modelos más efectivos.

Desaprender es ir del nivel 4 al nivel 2.
Reaprender es ir del 2 al 4, con más opciones.

Con el mayor desarrollo de nuestras capacidades sensoriales, podremos darnos cuenta si lo que estamos haciendo funciona bien o no. Si funciona bien, puede funcionar mejor.

APRENDIZAJE CON NUEVAS OPCIONES

El tener una sola vía para hacer las cosas es una forma de ‘ser cuadrado’, rígido, limitado y falta de flexibilidad. Cuando no se acepta la posibilidad de que exista alguna otra opción. Eso es no tener alternativa. Las opciones lo ponen a uno en un dilema y a veces eso no nos gusta.

Pero eso enriquece las posibilidades de poder contar con más recursos en el enfoque. En cualquier situaci6n de la vida, aquella persona que disponga de más opciones a la hora de actuar y tenga mayor flexibilidad en el comportamiento, será la que conserve el control de la situación más ventajosamente.

En el aprendizaje es mejor ser flexible como el bambú

APRENDIZAJE CONSCIENTE: ESTADO PRESENTE – ESTADO DESEADO

Parece injusto y sin embargo es cierto que aprendemos más de los errores que de los éxitos, en términos de que dan lugar a que pensemos (qué sucedió y cómo superarlo) la reflexión es la fuente rica en posibilidades de pensamiento. Nos da información útil en la que pasamos más tiempo pensando. Eso no quiere decir, desde luego, que procuremos los errores, ni que de los éxitos no se aprenda, sino que cuando nos damos cuenta de que algo fallo, entonces descubrimos algo que no conocíamos conscientemente.

Aprendemos más de los errores que de los éxitos

Rara vez obtenemos algo exitoso la primera vez, a menos que sea algo simple, incluso entonces, habrá posibilidades de mejora. «Aprendemos mediante aproximaciones sucesivas» es una aseveración cierta y aceptada en ciencia cuando se plantea el método de la investigación.

BUCLES DE APRENDIZAJE

Aquí en PNL se concibe como una serie de bucles o acercamientos, que desde la primera mitad del siglo XX Vigostki en la antigua URSS llamaba ‘los rodeos» al explicar el comportamiento infantil para quien estudia el aprendizaje.

Los niños hacen ‘tanteos’ cuando están tratando de conocer la solución de un problema y su duración es muy variable, desde fases fugaces hasta más duraderas, dependiendo de la complejidad. Bueno, pues este fenómeno es algo que permanece a través de los años, matizado solamente por la edad.

aprendizaje consciente e inconsciente
Los niños aprenden gracias a los bucles de aprendizaje y su flexibilidad

Habitualmente hacemos lo que podemos (estado presente) y lo comparamos con lo que queremos (estado deseado). Esta información la empleamos para corregir nuestra nueva actuación y disminuir la distancia entre lo que deseamos y lo que obtenemos.

Poco a poco nos vamos acercando a nuestro objetivo (primero en mente) y a sus resultados. Esta comparación lleva nuestro aprendizaje de la incompetencia consciente a la competencia consciente. Este es un modelo general de la forma en que se puede llegar a ser más eficaz en todo aquello que se haga en la vida. Uno compara lo que tiene con lo que quiere, cómo se es y cómo se quiere ser. Y actúa para reducir la diferencia. Luego vuelve a comparar. La comparación debe basarse en lo que se considera valioso: qué es lo importante para uno en esa situación.

Saber cuándo salir

Para entender mejor la idea del bucle vamos al ejemplo de que tengamos que hacer algún escrito (una carta, un resumen, un ensayo, etc.) y entonces empezamos y luego corregimos y se vuelve a empezar.

Puede suceder que se nos pase el tiempo modificando y corrigiendo ya que al transcurrir este vamos sabiendo más o teniendo elementos nuevos que incluir y nunca termina la obra pues se fue el tiempo en esas modificaciones: dando vueltas, sin avanzar, tratando de conseguir algo perfecto que acaba por no ocurrir.

Es necesario saber que uno se acerca al modelo ideal o idóneo, por aproximaciones, para no caer en una trampa que impida la culminación de una tarea. Hay que corregir lo mejorable, desde luego, y entonces pasar al siguiente momento: valorar, ponderar los cambios y salir.

Este modelo que como vimos se conoce con el nombre de TOTE (POPS en español) explica cuándo debemos salir del bucle: cuando nuestro objetivo se ha cumplido razonablemente.

Claro que el éxito depende del número de opciones de comprobación de que se disponga: la flexibilidad de conductas, variedad de requisitos conocidos, y otros más que vayamos identificando. Porque mientras más elementos tengamos se podrá facilitar la articulación del proceso en diversas situaciones.

De este modo, el viaje que hacemos del estado actual hacia el estado deseado, no tendrá forma de zigzag, sino de espirales. Hay que mencionar que es probable que haya bucles menores dentro de un bucle mayor, que son correlatos de objetivos menores que podemos alcanzar dentro del alcance de un logro mayor.

En este modelo de aprendizaje es que se contextualiza la utilidad de los errores puesto que son resultados que uno no quiere y pueden emplearse como información ventajosa que nos da noticia (que desconocíamos) del fenómeno para acercamos más al objetivo, resultado o logro esperado.

Habitualmente a los niños se les enseñan muchos contenidos en la escuela y que olvidan la mayor parte de esos temas. Mientras el esquema educativo no atienda él como aprender.

Aquí cobra importancia las diferencia entre la información y el conocimiento, ya que no puede verse el proceso educativo como una transmisión de conocimientos del maestro al alumno (del recipiente lleno al recipiente vacío), sino como una interacción en la que el maestro facilite que el alumno aprenda, no como algo que se prescribe (‘inyectar’) sino como una alquimia en la que se inicia al aprendiz a que él mismo recorra el camino de su propio conocimiento.

El maestro es el guía, pero no puede hacer el viaje por el otro, sino que hacen juntos el viaje. Aprender a aprender es una habilidad de nivel superior respecto a aprender solamente un asunto particular en un medio o hábito.

Eso de que «yo solo sé hacer esto y eso…» es el resultado de una formación histórica (en lo individual y en lo colectivo) que da como resultado el carácter reduccionista y rasgo excluyente que en ocasiones vemos en el perfil conductual de las personas (profesional, laboral, social, etc.). Una manera rápida y efectiva de aprender es optimizando nuestra percepción.

Se cree de modo generalizado que aprender y cambiar son procesos lentos y dolorosos, de mucho trabajo. Eso, se nos ha grabado como cierto y es una falacia. Podemos cambiarlo por otra verdad como lo demuestra la PNL.

¿Retroalimentación positiva o retroalimentación negativa?

Cuando nos encontramos en incompetencia consciente,  necesitamos la creencia de que podemos aprenderlo. Durante la fase de competencia consciente, la creencia de que podemos aprender nos motiva para que los comportamientos durante el proceso de aprendizaje sean efectivos. Pero existe una retroalimentación permanente entre las creencias y esas conductas.

Si fracaso en algún intento, la creencia se desvanece. Y si la creencia se desvanece, entonces las conductas también. Y de esta forma podemos llegar a entrar en un ciclo de retroalimentación hacia el fracaso.

Lo que debemos hacer es, basándonos en los presupuestos de la PNL, entender que si una conducta no se dio como esperábamos, es un aprendizaje, y de esta forma reforzar nuestra creencia para que refuerce nuestras próximas conductas. De esta forma invertimos el ciclo de retroalimentación hacia el lado positivo.

Autor: Ing. Axel Persello

Máster Trainer en PNL