El Lenguaje y su Pobreza

IAFI - Blog - PNL - El Lenguaje y su Pobreza

[vc_row][vc_column width=»2/3″][vc_single_image image=»14719″ img_size=»full» alignment=»center»][vc_column_text]

EL LENGUAJE Y SU POBREZA

NOTAS DE REBELDÍA

Lo que postulo a continuación es de mi total autoría. Pertenece a 10 años de preguntas sin respuestas y mis propias investigaciones. Pertenece a una serie de artículos que he denominado «Notas de Rebeldía» y que tienen como fin que el lector se quede con ciertas preguntas. Porque a este mundo le hacen falta más preguntas y menos respuestas.

EL LENGUAJE DEL MUNDO CIENTÍFICO

Si miramos un poco los avances científicos, no dejamos de asombrarnos de lo notables que son. Hace muy poco han descubierto el planeta X, que sería el noveno en el sistema solar.

Una aplicación te permite saber qué personas están cerca de ti con tus mismos intereses.

Una nave fue lanzada y recorrió 6.000 millones de kilómetros para encontrarse con el cometa 67/P que tiene 4 kilómetros de longitud. Una cuestión que despierta curiosidad es, cómo se ha desarrollado el lenguaje para poder explicar ciertas cosas que son prácticamente inimaginables para nosotros.

El hecho de que podamos comprender que un electrón gira alrededor de un átomo, sin siquiera poder ver, oír o sentirlo, nos muestra que el lenguaje científico se ha desarrollado casi sin límites. Nos permite crear experiencias en nuestra mente, sin que las conozcamos.

Todos los días nos enteramos de un avance nuevo. Pero los avances científicos no van acorde al bienestar de las personas. No solo me refiero a las guerras o al cambio climático, sino al bienestar individual y a la calidad de nuestras relaciones sociales.

EL LENGUAJE DEL MUNDO EMOCIONAL

Entre 1999 y 2014, el aumento de antidepresivos fue del 65%. Las estadísticas en Estados Unidos indican que, una de cada 6 mujeres, ha informado haber tomado antidepresivos, mientras que 1 de cada 8 hombres informa lo mismo. Esta estadística sigue siendo incompleta, pues no contempla a aquellas personas que no reconocen haberlos tomado.

Analizando el lenguaje del mundo emocional nos damos cuenta de que ocurre todo lo opuesto que en el mundo científico. Por ejemplo, las emociones, podemos sentirlas, forman parte de nuestro diario vivir y, sin embargo, el lenguaje es demasiado pobre para nombrar a todo el rango de emociones que existen.

No solo el lenguaje no puede nombrar a todas las emociones. Tampoco puede explicarlas. No sabemos qué significada enojo, rabia o culpa. Solo a partir de la segunda mitad del siglo pasado comenzaron las primeras investigaciones, y hoy día siguen contradiciéndose unas con otras.

No sabemos la diferencia entre sentimiento, emoción, y estado de ánimo. No nos damos cuenta cuando estamos frente a una emoción o frente a un estado anímico.

Además, mientras que una persona puede lucirse desplegando sus conocimientos sobre los átomos y los electrones, no podemos desplegar abiertamente nuestra sensación de miedo ante lo incierto.

Cuando en la jerga decimos que hablamos de conocimientos, nos referimos a los coches, al tránsito, a la máquina de café. Cuando hablamos de lo que nos pasa, no es conocimiento. A eso le llamamos compartir lo que sentimos. Y solo podemos hacerlo con algunas personas.

En conclusión, no solo el lenguaje emocional es pobre respecto al científico, sino que hablar de conocimiento es permitido en cualquier lugar, mientras que hablar del mundo emocional es censurado para ciertos contextos.

Por supuesto que puedo hablar del miedo, y dar una clase de las características del miedo. Pero no puedo hablar de mi miedo. Mientras que sí puedo hablar de los coches y de mi coche.

EL LENGUAJE DEL MUNDO ESPIRITUAL

Si el mundo emocional tiene un lenguaje pobre, el mundo espiritual prácticamente no lo tiene. Los más osados podemos decir “hay una energía muy positiva en este ambiente”. Pero no existe ninguna palabra que denomine a la “energía positiva”. Solo podemos entonces, utilizar el lenguaje que ya conocemos, para describir el mundo espiritual. Pero no poseemos palabras exclusivas de este mundo.

Decimos, “el universo pondrá las cosas en su lugar”. ¿Qué universo? ¿Qué cosas? Nuevamente, no tenemos nombres propios ni adjetivos espirituales.

Y es posible que no se entienda la importancia de esto:

Si no hay lenguaje, no hay experiencia. La definición de comunicación, del latín, significa “poner en común”. ¿Cómo podremos poner en común las cosas que no podemos comunicar?

Si no existiera la palabra electrón y átomo, no podríamos acceder a la experiencia de un electrón girando alrededor de un átomo. Pero como se desarrolló lenguaje, podemos acceder aún sin verlo, escucharlo o sentirlo. Si el mundo espiritual tuviera más lenguaje, podríamos acceder a experiencia espirituales.

Las religiones han creado palabras para que los fieles puedan compartir el dogma. Cuando nombramos a Dios, aunque no lo veamos, no lo sintamos o escuchemos, sabemos a qué nos referimos. Cuando decimos pecado, sabemos de qué estamos hablando.

Con el crecimiento del imperio romano y del cristianismo, la idea politeísta era una amenaza. Era necesario dar fin a todo eso. Fue San Agustín (siglo IV) y luego Santo Tomas de Aquino (siglo XIII) quienes terminan de ponerle fin uniendo la teología con el programa metafísico Aristotélico. El miedo a la muerte, por ejemplo, encuentra solución, ya que el ente no cambia, y siempre será, aún en el cielo.

CURSOS Y ARTÍCULOS RELACIONADOS CON EL LENGUAJE

En la Carrera de PNL desarrollamos el tema del lenguaje en profundidad. También podrás encontrar más artículos relacionados, cómo los orígenes de la filosofía y qué es el devenir.

Este artículo es útil si desea conocer las limitaciones del lenguaje, el lenguaje científico, el lenguaje emocional, y el lenguaje espiritual.

[/vc_column_text][vc_separator color=»blue» css=».vc_custom_1495414167587{margin-top: 10px !important;margin-bottom: 10px !important;}»][vc_column_text]

¿Deseas valorar la nota El Lenguaje y su Pobreza?

[ratings]

[/vc_column_text][vc_separator color=»blue» css=».vc_custom_1495414167587{margin-top: 10px !important;margin-bottom: 10px !important;}»][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_text_separator title=»FORMULARIO DE CONTACTO» i_icon_fontawesome=»fa fa-balance-scale» color=»orange» border_width=»10″ add_icon=»true» css=».vc_custom_1492736471108{background-color: #e5e5e5 !important;}»][gravityform id=»2″ title=»true» description=»false» ajax=»true»][vc_separator][vc_text_separator title=»NOTAS RELACIONADAS» i_icon_fontawesome=»fa fa-file-powerpoint-o» color=»orange» border_width=»10″ add_icon=»true» css=».vc_custom_1495318434643{margin-top: 10px !important;margin-bottom: 10px !important;background-color: #e5e5e5 !important;}»][vc_basic_grid post_type=»post» max_items=»2″ element_width=»12″ initial_loading_animation=»none» grid_id=»vc_gid:1506567986033-85b3b77f-a496-0″ taxonomies=»874″ css=».vc_custom_1506459435236{margin-top: 10px !important;margin-bottom: 10px !important;}»][vc_separator][vc_text_separator title=»CURSO RELACIONADO» i_icon_fontawesome=»fa fa-balance-scale» color=»orange» border_width=»10″ add_icon=»true» css=».vc_custom_1502947486838{margin-top: 10px !important;margin-bottom: 10px !important;background-color: #e5e5e5 !important;}»][vc_basic_grid post_type=»ids» element_width=»12″ initial_loading_animation=»none» grid_id=»vc_gid:1506567986037-140ce75d-19dc-6″ css=».vc_custom_1506459486317{margin-top: 10px !important;margin-bottom: 10px !important;}» include=»2105, 2137″][/vc_column][/vc_row][vc_column][/vc_column]

Deja un comentario