INTENCIÓN POSITIVA
La intención positiva es un beneficio inconsciente que obtenemos con nuestras conductas, hábitos y emociones. La intención positiva es campo de estudio de la PNL, pero también de la psicología, y fue Sigmund Freud quién elaboró el concepto por primera vez.
Antes que nada debemos comprender con mucha claridad que la intención no es la conducta.
Vamos a hablar de la intención positiva en conductas castigadas por la ley. Y lo haremos con mucho cuidado, respeto y sensibilidad que merce el tema.
LA INTENCIÓN POSITIVA EN ACCIONES DELICTIVAS
El significado de intención positiva o ganancia secundaria suele ser juzgado como absurdo cuando se habla de personas que cometen actos socialmente despreciables.
En general, cuesta comprender el significado, porque nos quedamos juzgando la conducta, y no logramos llevar la atención a lo que obtiene la persona cuando realiza semejantes actos. De no ser así, no existiría la psicología forense.
Por eso es importante aclarar desde el inicio que no se justifica nunca la conducta, sino que se presta atención a la intención positiva y psicológica que obtienen este tipo de personas al exponerse y arriesgarse tanto. Insistimos en la importancia de separar conducta de intención.
EJEMPLO EN DELITOS
Para ser claros, tomemos el ejemplo de un abusador. Sin duda sus acciones son despreciables, viola la ley y merece un castigo. Lo que nos interesa en términos psicológicos es saber que obtiene esa persona al realizar estar acciones.
Estas personas, incluso sabiendo todo lo que arriesgan y en muchos casos también sabiendo que es indebido y que luego sentirán culpa, no pueden evitar hacerlo.
En primer lugar podríamos decir que su intención positiva es obtener placer. Pero… ¿Por qué obtiene placer haciendo eso? Una respuesta rápida, solo a modo de ejemplo, es que probablemente haya sido abusado y busca repetir la situación invirtiendo los roles.
Entonces, conducta: abusar. Intención positiva: revivir situaciones inconclusas.
INTENCIÓN POSITIVA: EJEMPLOS DE LA VIDA COTIDIANA
También podemos buscar ejemplos en conductas socialmente agradables pero que pueden estar perjudicando a la persona que las realiza.
Analicemos la intención positiva de una persona que ayuda en exceso. Permanentemente pendiente de que todos estén bien. Esto puede verse como un buen gesto, pero esa persona está pagando un precio por estar ayudando tanto a los demás, y en casos extremos descuidarse a sí misma.
¿Qué puede obtener, inconscientemente, una persona que ayuda tanto? En forma resumida, si ayudamos mostramos que nos necesitan, si nos necesitan, nos aceptan.
CONOCER LA INTENCIÓN POSITIVA
Pareciera que fuera sencillo que, ante una determinada conducta, podamos saber cuál es la intención positiva. Es muy fácil caer en la tentación de decir: «Ah, lo que busca Juan es llamar la atención».
La intención positiva es una necesidad que proviene del subconsciente según el mismo Freud. Si la persona que realiza la conducta, no puede determinar con precisión por qué lo hace, dado que la necesidad es inconsciente, menos podremos saberlo los demás.
Afortunadamente existen muchas disciplinas que se ocupan de abordar las intenciones positivas de las personas, y entre ella está la programación neurolingüística.
TECNICAS DE PNL PARA CONOCER LAS INTENCIONES
Una primera forma de conocer la intención positiva es a través de las preguntas. La PNL desarrolló un modelo denominado metalenguaje, que lograr obtener mayor profundidad en las respuestas.
Sin embargo, las preguntas no siempre alcanzan debido a que las personas, como explicamos antes, ni siquiera podemos saber por qué hacemos lo que hacemos.
Al preguntarle a alguien «¿Por qué fumas?», posiblemente nos dará una respuesta superficial, como «Fumo por placer», pero en muchos casos la intención positiva de fumar es sentirse acompañado, por ejemplo.
La PNL desarrolló la técnica del reencuadre y la integración de partes para ayudar a las personas a descubrir por qué realizan ciertas conductas disfuncionales y reemplazarlas por otras conductas más funcionales, manteniendo la intención positiva.
PARA QUE SIRVE CONOCER LA INTENCIÓN POSITIVA
En conclusión, si cada uno de nosotros supiéramos la intención positiva de las conductas que no nos agradan, pero que son habituales, podríamos reemplazar la conducta manteniendo la intención positiva. De esta forma, no sometemos nuestra mente a estrés.
En teoría suena muy fácil. Y durante nuestros cursos de PNL hemos logrado trabajos en profundidad con el concepto de intención positiva en nuestros estudiantes. Aunque muchas veces la intención positiva es parte de algo muy importante arraigado a creencias núcleo, que son como el ojo de un huracán que absorbe todo.
Una persona que utiliza técnicas de PNL debe conocer los límites de las técnicas y tal vez en estos casos sugerir apoyo psicológico.
Otras veces la persona no consigue una conducta para reemplazar la actual. O sí la encuentra, pero no satisface tan bien la ganancia psicológica de la conducta original.
EJEMPLOS DE INTENCIÓN POSITIVA
Las adicciones, por ejemplo, ocasionan graves daños a la salud, pero muchas veces esconden la intención positiva o ganancia secundaria de evitar conectarnos con la realidad que nos está tocando vivir. Otras veces podemos hacerlo para provocarnos un daño por sentir culpa.
Otro ejemplo totalmente diferente son los síntomas físicos: muchas veces nos están avisando que necesitamos descansar, o que nos estamos alimentando mal, o que necesitamos ejercicio.
¿Más ejemplos? Las conductas agresivas que pueden haber sido útiles en un determinado momento, como en el caso de niños criados en ambientes disfuncionales que conservan su actitud defensiva a lo largo de toda la vida, aun cuando ya no necesiten defenderse de esa forma.
Así existen muchas conductas sobre las cuáles quedan preguntas. Por ejemplo, ¿cuál es la intención positiva del insomnio? ¿De rechazar la ayuda de otros? O de comer en exceso, o de procrastinar. Y así sucesivamente en todos los hábitos y diferentes dominios de nuestra vida.
TE DEJAMOS EL VÍDEO PARA DEJAR DE PROCRASTINAR
INTENCIÓN POSITIVA DE LAS EMOCIONES
Las emociones merecen un capítulo aporte. La intención positiva de las emociones tienen un origen antropológico para asegurar la superviviencia. Al contrario de la creencia social de que hay emociones buenas y malas, todas las emociones son funcionales.
La intención positiva del miedo es prepararnos y alertarnos ante una situación. En los brazos y en las piernas circula más sangre y los ojos se abren grandes para poder observar mejor.
En la tristeza es darnos cuenta de lo que realmentente necesitamos para sentirnos mejor. La tristeza es la mejor emoción para fijar nuestros objetivos en la vida, porque desde allí estamos conectados con lo que nos está faltando. El cuerpo pierde energía, nos encorvamos, y el objetivo final es descansar.
CONCLUSIONES
Si esta tema te despierta interés, te comento que es un concepto central que se aborda en nuestra Certificación Internacional de Practitioner en Programación Neurolingüística. Puedes ver el programa ingresando a ese link.
Reflexiona un poco sobre hábitos que realizas y que no te gustaría hacer. Pueden ser cosas tan simples como ser impuntual u otras cosas de mayor importancia.
Ahora, piensa por un momento… ¿qué puedes estar obteniendo al hacerlo? Por ejemplo, en las personas impuntuales, es muy fácil responder: “lo que buscan es no esperar”. Esa es la consecuencia inmediata de su actuar. La pregunta entonces sería: ¿Qué obtienen al no esperar?
Así nos vamos acercando a algo más inconsciente. En mi experiencia, las personas impuntuales, se sienten más importantes al llegar más tarde, otras veces tienen miedo a que no llegue la otra persona. Pero cada persona es un mundo y es nuestro propio deseo de autoconocernos lo que tiene que guiarnos en esta búsqueda de la felicidad.
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Escrito por Ing. Industrial Axel Persello
- Fundador de IAFI y Máster Trainer en PNL
- Embajador de la Asociación Internacional de PNL
- Miembro de NLP Summit
- Coach Ontológico Profesional
- Gestaltista en Organizaciones
