Conversaciones Públicas y Privadas

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CONVERSACIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS

Cada vez que el hablar y el escuchar interactúan juntos, estamos ante una conversación. Y estas conversaciones pueden públicas o privadas. Siendo éstas última aquellas donde el que escucha, es uno mismo.

CONVERSACIONES PRIVADAS

Todo el tiempo estamos conversando. Caminamos mientras que pensamos qué hacer cuando lleguemos, disfrutamos un almuerzo, mientras pensamos cuál será el postre, o cuánto nos cobrarán. Dialogamos con otra persona, y elaboramos juicios sobre lo que nos dice, sobre su forma de hablar, su forma de vestir, sus modismos, sobre lo que nos genera emocionalmente al escucharla, o sobre nuestro propio estado.

Este tipo de conversaciones, se denominan CONVERSACIONES PRIVADAS.

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CONVERSACIONES PÚBLICAS

Cuando las conversaciones privadas se exteriorizan a un tercero, las convertimos en CONVERSACIONES PÚBLICAS. Cuando le contamos a alguien un secreto, estamos haciendo pública una conversaciones privada.

¿CUÁL ES PAPEL DE LAS CONVERSACIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS EN LAS RELACIONES?

Están quienes sostiene que en una relación de confianza no es bueno mantener conversaciones privadas, que todo lo que pensamos y los juicios que hacemos, deberían compartirse. Que si de verdad existe transparencia, no podríamos mantener pensamiento en secreto. Sostienen pues, que todas las conversaciones deberían hacerse públicas.

En el otro extremo, están quienes piensan que cada uno debe tener su espacio, y que el conversar, muchas veces no sirve de nada. Tu mundo es él tuyo, y el mío es mío. Es decir, relaciones donde no se alientan las conversaciones públicas, y redundas las privadas.

A mi entender, ningún extremo es bueno.

LA FALTA DE CONVERSACIONES PÚBLICAS

Cuando estamos en una relación en donde no nos sentimos cómodos para sostener conversaciones públicas, es posible que esté faltando la confianza, o la falta de escucha. Decimos, “para qué le voy a contar si no me va a escuchar”, “seguro va a evadir el tema, no le cuento”.

En el coaching, las conversaciones son acción. Acción para resolver, y no quedarnos con eternas conversaciones privadas que no hacen más que dar vueltas por el meollo del asunto.  

Técnicamente, decimos que las conversaciones públicas, ayudan a salir adelante ante un quiebre (un darme cuenta).

Por lo tanto, en una relación donde no se genere el contexto propicio para mantener conversaciones públicas, los actores encontraran serios problemas para resolver.

Dado que todas las relaciones tienen problemas, y aquellas que más progresan, son las que los resuelven, no evadiendo ni resolviendo sin consultar, sino a través de las conversaciones públicas. Éstas abren un espacio de posibilidades, de chequeo sobre lo que siente el otro, de pedidos, ofertas, promesas y reclamos.

LA FALTA DE CONVERSACIONES PRIVADAS

Cuando transformamos una conversación privada en una conversación pública, es decir, cuando manifestamos en una relación, lo que nos pasa por la cabeza, lo que sentimos, y lo que queremos solucionar, tenemos que hacernos cargo de lo que generamos en el otro.

El lenguaje no es inocente. No se trata de ser brutalmente honesto, lastimando a otra persona. Debemos cuidarle porque las relaciones se riegan día a día, y desde la ontología del lenguaje, el lenguaje crea la realidad, más que describirla.

Por otro lado, desde el enfoque gestáltico, el ser vive en la unicidad como en el contacto. Este es el concepto del circuito sano. Entramos en contacto con el otro, para luego volver a estar con nosotros mismos.

Aquellas relaciones en donde el contacto nunca se interrumpe, caen en lo que en Gestalt se denomina CONFLUENCIA.

Todos tenemos derechos a la intimidad, ya que es un derecho del ser humano, y éste último no debería ser usurpado nunca. De lo contrario, se constituiría en una «violación mental», metafóricamente hablando.

EJEMPLOS DE CONVERSACIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS

Un ejemplo de conversaciones públicas y privadas sucede cuando hacemos una pregunta cuya respuesta no es la que esperábamos. Genera entonces un espectro de posibles interpretaciones que oscilan dentro de la mente de quien preguntó. Por ejemplo: «¿Me queda bien este vestido?«, ante la respuesta de un «SI» desinteresado, el oyente podría contarse una historia como «No le gustó«, «Nada me queda bien«, etc.

¿Cómo hacemos esta conversación pública?

«Querido, recién te pregunté por el vestido y siento que me respondiste en forma desinteresada. Yo me sentí mal, me quedé pensando en que no me queda bien, o que no te gusta. ¿Podrás ser más específico, y sincero? – Para mi es importante.«

Hay veces que se trata de conversaciones más trascendentes, como por ejemplo, la sospecha de una infidelidad:

La conversación privada, repleta de juicios, puede ser algo como «Son las 2 am y no vino, difícil que esté trabajando, no le creo nada«, o «Me dijo que salió con las amigas pero ya están cada una en la casa, porque fulana no puede volver antes de tal hora porque no la dejan«. Cuando llega la persona, llevamos todo nuestra concentración a la percepción de evidencias que confirmen nuestra sospecha.

Hacer pública esa conversación sería algo así:

«No me siento bien, he estado pensando en la posibilidad de que me hayas mentido, en que no es hora de que estés en la oficina, me he sentido mal. Dime si hay algo que me estás ocultando, tal vez podamos conversar sobre eso«

No quiero decir con esto que cada vez que hagamos una conversación pública obtendremos la respuesta que deseamos. Pero adhiero a que la manifestación en las relaciones de lo que nos hace sentir mal, genera la confianza suficiente y el espacio para el diseño de futuras acciones.

Es decir, no es lo mismo decirlo, que no decirlo, aunque no encontremos la respuesta esperada.

CONCLUSIONES SOBRE LAS CONVERSACIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS

No está claramente establecido el límite entre las conversaciones públicas y privadas. Una conversación puede ser privada en un contexto, y pública en otro. Por ejemplo, cuando le contamos a nuestro Coach lo que nos pasa. Socialmente hay un estándar implícito de lo que debería hacerse público o privado, pero está en la flexibilidad de cada relación, lo que la constituye para que las conversaciones privadas se hagan públicas y viceversa.

¿Qué tipo de conversaciones tienes en tus relaciones?

Otros artículo que pueden ser de utilidad al lector: ¿Qué es el Coaching?, Diferencia entre Coaching y Terapia , Qué es la Ontología del Lenguaje y ¿Qué es el Observador en Coaching?. También dejamos el link a nuestro Curso de Coaching.

Gracias por leerme. He utilizado como bibliografía de apoyo «Ontología del Lenguaje» de Rafael Echeverría, Ediciones Gránica.

Ing. Axel Persello
Trainer en PNL – Coach PCC de ICF