APRENDIZAJES DE PRIMER Y SEGUNDO ORDEN

Desde la mirada de la Ontología del Lenguaje o el Coaching Ontológico existen dos tipos de aprendizajes, el aprendizaje de primer orden y el aprendizaje de segundo orden. Aquí vamos a desarrollar ambos, y por sobre todo, su importancia y diferencia.

APRENDIZAJE DE PRIMER ORDEN

Todos, absolutamente todos nosotros buscamos en la vida resultados. Estos resultados pueden ser materiales, educativos, profesionales, espirituales, sociales, de desarrollo interior, holísticos, etc. Pero todos buscamos resultados que generalmente devienen en alcanzar objetivos.

Para alcanzar esos resultados realizamos acciones. Si las acciones que hacemos nos conducen al resultado buscado, perfecto. No hay nada que modificar. Pero cuando las acciones que conocemos, no nos están alcanzando… ¿Qué hacemos? ¿Cómo alcanzo mis resultados?

APRENDIZAJE DE PRIMER ORDEN: HACER MEJOR LO QUE YA HACÍAMOS

Normalmente tratamos de mejorar las mismas acciones. Es el proceso natural de aprendizaje. Hacer las cosas de mejor manera. Nuestro cerebro está conformado por millones de neuronas conectadas entre sí, haciendo sinapsis, que forman circuitos neuronales.

Estos circuitos nos conducen a hábitos, y dichos hábitos definen nuestro rango de acciones posibles. Por lo cual, cuando algo sale mal, nuestro cerebro dice “debes intentarlo de nuevo, pero hazlo mejor”

Un ejemplo de aprendizaje de primer orden sería el siguiente

«Me quiero acercar a un viejo amigo que no veo hace tiempo, le escribo un correo, y no me responde. Entonces pienso: ¿Cómo puedo mejorarlo? Y redacto otro correo, porque me olvidé en el correo anterior de pedirle disculpas, así que esta vez seguro me responderá. Como no obtengo respuesta, nuevamente debo intentar algo que funcione mejor. Ya sé, le escribiré un mensaje con el celular. Le escribiré por las redes sociales. Y, exagerando la situación, haré todo lo que conozco para lograr mi objetivo.»

Este proceso de intentar hacer algo de mejor manera, se conoce como “APRENDIZAJE DE PRIMER ORDEN”. Podríamos decir que es un aprendizaje metafísico (haciendo referencia a la filosofía). Yo sigo siendo el mismo (no devengo en otro ser) y siendo el mismo, trato de mejorar lo que hago. Lamentablemente, así funciona el sistema educativo: “esfuérzate más”. En definitiva, el observador no cambia.

LIMITACIONES EN LOS APRENDIZAJES DE PRIMER ORDEN

Recapitulando, cuando observamos un problema, disponemos de un rango limitado de acciones, y lo máximo que podremos hacer, es intentar realizar esas acciones de mejor manera. Pero… ¿Por qué no disponemos de más opciones? ¿Por qué nos quedamos en el aprendizaje de primer orden?

Podemos agrupar todas las causas en 4 grandes ítems ordenados de menor a mayor importancia:

1-La biología del observador

El aprendizaje de primer orden tiene que ver con nuestras limitaciones biológicas. Nos referimos a los límites de lo que es posible o no desde una mirada biológica. Si quiero correr la maratón de 42 km y nunca en mi vida practique, hay motivos biológicos, en este caso físicos, que me limitarán a hacerlo.

En general se trata más de hechos fácticos, es decir, que no se pueden modificar o que no están a mi alcance por limitaciones biológicas.

2-Las competencias del observador

Otro motivo por el cual nuestro aprendizaje de primer orden no llega a ser aprendizaje de segundo orden se refiern a las limitaciones en nuestras competencias.

Cuando no sabemos cómo hacerlo de otra forma, porque no lo hemos aprendido. Un cliente que su jefe le grita y nunca se defiende, tal vez necesite enojarse para poner un límite. Pero algunas personas no han aprendido a enojarse porque no saben cómo moderarlo.

En este caso se trata exclusivamente de la falta de dicha habilidad.

3-Las motivaciones del observador

Se relaciona con el mundo emocional. Los miedos principalmente, pero también tristeza, frustración, enojo, resignación, resentimiento, culpa, y en general, toda emoción que termina derivando en falta de motivación para actuar de una manera diferente.

Tú puedes ir por la calle y acercarte a un extraño para sociabilizar. Algunas personas de hecho lo hacen, y seguramente puede ser algo útil tener esta habilidad, sin embargo, casi nadie puede hacerlo.

4-Los hábitos y recurrencias del observador

Esta es la causa principal, y está directamente con lo mencionado sobre los circuitos neurológicos. Esto es lo que sabes hacer, es lo que estás acostumbrado. Y en general, se desconoce que existen otras formas, o se cree que esas otras formas son para otros, no para nosotros porque no forma parte de nuestros hábitos.

Encontramos una relación con aquel enemigo del aprendizaje denominado “ceguera cognitiva”.

Una aclaración que consideramos importante es que, no estamos diciendo que el aprendizaje de primer orden no funcione, lo que estamos intentando señalar, es que nos estamos cerrando a un tipo de aprendizaje que consideramos superior.

APRENDIZAJE DE SEGUNDO ORDEN

¿Cuántas veces nos hemos esforzados por conseguir un objetivo, haciendo diferentes cosas, tratando de mejorarlas, insistiendo, perseverando, y no lo hemos conseguido?

La ontología del lenguaje nos trae otra propuesta. ¿Cómo estamos viendo el problema? Si continuamos con el ejemplo anterior, podríamos decir “Veo que trato de acercarme a Juan, pero evidentemente él no quiere, ni siquiera responde mis mensajes”.

Seguro que a muchos lectores les ha pasado de haber tomado distancia de un problema, y verlo de forma diferente. Exactamente eso es lo que buscamos cuando decimos que necesitamos ver el problema de otra forma. Y para ver el problema diferente, necesitamos ver qué tipo de observador estamos siendo.

¿Es que acaso no estoy siendo insistente? – Aspecto ontológico: Ansiedad

¿Es que en todos los mensajes lo estoy haciéndolo responsable a él? – Aspecto Ontológico: Crítico

¿Es que tal vez no me animo a llamarlo por teléfono? – Aspecto Ontológico: Miedo al Rechazo

Nota: Algunos autores nombran el aprendizaje de segundo orden como aprendizaje transformacional

DEL APRENDIZAJE DE PRIMER ORDEN AL DE SEGUNDO ORDEN: EL CAMBIO DE OBSERVADOR

Cuando logramos descubrir estos aspectos comenzamos a dirigir nuestra mirada desde el problema (lo que está allí afuera) hacia nosotros. Empezamos a hacernos responsables. Y ahora que descubro esto… ¿Qué me sucede?

«Cuando cambio la forma de ver el problema, el problema cambia«

Rafael Echeverría

Como ahora el problema es otro, surgen otras acciones posibles que antes eran impensadas. Dependiendo de cual haya sido ese aspecto de mi ser que descubro (aspecto ontológico), serán las acciones que ahora tendré a mano.

Puede ser que lo llame, una acción que antes ni siquiera la había considerado. Si estaba siendo ansioso, ahora sé que es mejor esperar. Y si estaba siendo crítico, ahora redacto un correo asumiendo mis responsabilidades y pidiendo disculpas.

El cambio de observador, que termina transformándose en el aprendizaje de segundo orden, nos provee de infinitas opciones, porque lo que podremos hacer dependerá de lo que descubramos de nosotros.

Este aprendizaje, donde en vez de seguir insistiendo con nuestras acciones, llevamos la mirada hacia nosotros, y comenzamos a ver el problema de otra forma, se llama “APRENDIZAJE DE SEGUNDO ORDEN O TRANSFORMACIONAL”

La siguiente figura nos muestra los dos tipos de aprendizaje:

DIFERENCIA ENTRE APRENDIZAJE DE PRIMER Y SEGUNDO ORDEN

Este gráfico nos dice que buscamos resultados, y cuando no los conseguimos, volvemos a la misma acción, la modificamos un poco, nos esforzamos un tanto más, y así se repite el ciclo.

Algunas veces lo conseguimos, pero otras veces nos encontramos atrapados en este ciclo acción – no resultados – acción.

Nos dice entonces que retrocedamos un poco más, y nos centremos en nosotros. Que miremos lo que nos está sucediendo ante esta situación, que busquemos nuestras responsabilidades, limitaciones, emociones, o aspecto de nuestro ser que no nos permiten obtener los resultados.

Insistimos, cambia el observador y todas las acciones de antes, generalmente desaparecen, porque aparecen nuevas opciones que antes eran impensadas.

Esto es poderoso para nosotros como personas, pero, además, esto es lo que sucede en las conversaciones de coaching ontológico.

Y destacamos que esto es propio del coaching ontológico. El coach con sus preguntas, escucha, y comunicación, trabaja con el cliente para que juntos descubran un nuevo observador.

REFLEXIÓN FINAL SOBRE LOS APRENDIZAES DE PRIMER Y SEGUNDO ORDEN

Quisiéramos cerrar este capítulo con la siguiente reflexión:

En general, y pese a estar leyendo todo lo que estamos explicando, seguimos pensando que vemos el mundo tal cual es.

Lleva tiempo y práctica acostumbrarse a lo subjetivo, porque se produce un aprendizaje intelectual, pero requiere continuar avanzando para incorporarlo a nuestro mundo emocional. Lo asociamos con el enemigo del aprendizaje “poner el cuerpo”. Nos cuesta mucho llevar a la práctica el concepto de que al mundo lo define cada observador.

ANALOGÍA FINAL SOBRE LOS APRENDIZAJES DE PRIMER Y SEGUNDO ORDEN

Por último, dejamos esta analogía para terminar de enmarcar el concepto del observador:

Cuando conducimos un coche, hay un punto denominado “punto ciego”, en el que no podemos observar lo que nos pasa. Es el punto que no alcanza a observarse desde el espejo del medio ni tampoco desde el espejo del costado.

Pero si nos movemos un poco, logramos alcanzar el punto ciego. Esto es lo que hace el Coach con su cliente. Cambiar el observador, es dejar de intentar los mismos mecanismos de siempre.

Si te interesa saber más sobre los aprendizajes de primer orden y el aprendizaje transformacional (segundo orden) te recomendamos leer la curva de Aprendizaje de Bandura.

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