Emoción o Razón: El cambio de paradigma

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EMOCIÓN O RAZÓN

Emoción o Razón parece ser un dilema entre opuestos. Este dilema de, si la razón genera la emoción o la emoción genera la razón, sigue abierto actualmente.

El viejo paradigma Socrático donde, la razón hacía al Ser, y que gracias a la razón, podíamos alcanzar la verdad, está caducando desde el inicio del período postmoderno, e incluso desde antes.

Hasta que no entendamos que no es posible separar la razón de la emoción seguiremos sufriendo. Y si parece exagerada la palabra sufrir, invito al lector a continuar leyendo.

Pensamos que sí razonamos bien, entonces todo será adecuado. Pero no nos damos cuenta desde dónde razonamos. El planteo no es si razonamos o no razonamos, sino desde dónde lo hacemos. Permíteme mostrarte dos fundamentos que pueden cuestionar la vieja filosofía griega:

emoción o razón

Emoción o Razón: Razonamos desde una emoción

Todos sabemos que si estoy enojado mis pensamientos son diferentes a los que tengo cuando estoy alegre. Mis pensamientos son diferentes si tengo miedo o tengo furia. Por lo tanto, nuestra emoción define lo que razonamos, pensamos y hablamos.

No es posible razonar desde un estado emocional neutro, porque no existe tal estado. He aquí el fracaso de muchas conversaciones entre nosotros mismos o con otros.

Quiero citar el tercer axioma de Paul Watzlawick: La naturaleza de la relación depende de la puntuación de la secuencia de hechos entre los comunicantes.

Voy a darte una ejemplo claro de lo que esto significa:

Supongamos que has planificado cuidadosamente una conversación. Tú sabes exactamente qué será lo que dirás. Incluso puedes sabértelo de memoria.

Pero cuando comienzas a dialogar, a comunicar, te encuentras con la respuesta del otro (verbal o no verbal) y tu empiezas a darte cuenta que tu discurso ha empezado a cambiar.

Ya no es el planificado originalmente, como mínimo tu expresión no verbal  se va modificando. Y tu lenguaje también.

La comunicación entre dos seres nunca es unilateral.

Permanentemente recibes retroalimentación por parte del otro. Esto hace que se modifique tu estado emocional. Y tú sigues razonando, pero ahora lo haces desde otra emoción. Y la comunicación ya ha cambiado.

Así sea que no vas a comunicarte con nadie, si tan solo estás pensando, qué vas a hacer en el día de hoy, tus pensamiento se verán afectados permanentemente.

El día está soleado, te sientes bien y comienza a nublarse. Tu emoción se ha modificado (porque se modifica tu nivel de serotonina y dopamina). Ahora sigues razonando pero lo estás haciendo desde otra emoción. Y tus pensamientos, nuevamente se ven afectados.

diferencia entre emociones y sentimientos

Razonamos hasta satisfacer una emoción

Toda reflexión emocional responde a una motivación o una inquietud.  De hecho, la reflexión culmina cuando el individuo alcanza los estados emocionales que le permiten dar por satisfechas las inquietudes que en su momento desencadenaron dicho proceso. Esto quiere decir que, la certeza de dar por concluido un proceso reflexivo racional es una respuesta emocional.

Fue Baruch Spinoza (1632 – 1677) uno de los primero en incluir la emoción como parte del racionalismo. Dentro de las emociones que definía, había tres esenciales:

El deseo (appetitus), la alegría y el dolor. Para Spinoza la alegría hacía que la mente alcance mayor perfección y el dolor era la emoción por la cual la mente descendía a un nivel inferior. Pero de las tres, la más importante era el deseo, que hacía que la mente persevere en el tiempo.

Según Sócrates, dado el Ser, este actúa. Según el nuevo concepto ontológico propuesto por Rafael Echeverría, la acción antecede al ser. Es decir, dado que actúo, soy: La acción hace al Ser.

Esto no es solamente filosofía, esto abarca la psicología, la antropología y la vida cotidiana de cada uno de nosotros. Suponemos que «somos» de una forma, y actuamos desde ahí. Y no logramos suponer que actuamos, y en la medida que lo hacemos, «somos».

Nietzsche dice: «El Ser que somos no es lo que define nuestra existencia sino, al revés, es la existencia la que determina el Ser que devenimos». Esto es opuesto a los postulados de Sócrates, quien sostiene que el Ser es único y perdurable.

EL DEVENIR

Voy a volver a hacer una bajada más pedagógica de lo que estoy afirmando: Decimos «Soy inseguro». Desde el viejo pensamiento siempre seré inseguro.

No hay forma de cambiarlo. Desde el nuevo postulado, a medida en que actúe de forma segura, mi Ser se transforma. Este es el concepto del «devenir» postulado con anterioridad.

¿Y cuál es la forma de poder devenir? Pues no hay forma, porque devenimos permanentemente. Sí, podemos elegir hacia dónde vamos. Y es a través de la acción. A través de hacer lo que no suelo hacer. A través de la toma de consciencia primero. De observarme. Al observarme devengo, y mi ser cambia. Ahora me doy cuenta que puedo razonar y accionar desde otro lado. Ha cambiado el observador que soy.

Mi padre fallecido, italiano,  Danilo Persello, decía «Soy enojado». Ser y Estar vienen de la palabra «Sum» del Latín, y se utiliza para: ser, estar, haber y existir.

Esto no hace más que confirmar lo que vengo postulando.

Estar en un estado es lo mismo que Ser ese estado anímico para el pensamiento antiguo.

Hoy sabemos que no es así, pero nuestro inconsciente aún lo asimila de esa manera. Decimos que una persona ES de cierta forma. No decimos esa persona está en cierta emoción.

Retomando el punto inicial de este escrito, la toma de consciencia del estado emocional desde el cual razono, produce el devenir hacia otro estado, o el «darme cuenta» del estado. Pone en duda lo que estamos razonando. Y esto, sin duda, abre puertas a estados mentales y emocionales superiores, como postulaba Spinoza en otro términos.

En la vida cotidiana este planteo lo vemos día a día, pero he fundado mis postulados en filosofía y psicología. He llegado hasta este punto para que dejemos de aceptar el viejo paradigma y nos demos cuenta que estamos sufriendo porque no sabemos dónde estamos.

No sabemos qué hacer con nuestras emociones. O las encontramos inadecuadas, como si no deberían estar allí. O hemos desarrollado formas neuróticas de suponer que no las tenemos.

No podemos hacer una Gestalt, es decir, traer algo que está en el fondo y se está haciendo figura. En vez de ver la figura seguimos viendo el fondo, es decir, «aquí no ha pasado nada». Decimos «¿Cómo estás?» y nos responden «Bien». Pues bien no es un estado, es un pensamiento, una palabra y no define el cómo estoy. Solo es una forma de evitar mi conexión con el cuerpo, el sentir la emoción.

CONCLUSIONES: EMOCIÓN O RAZÓN

Quiero concluir aseverando que el mundo tecnológico avanza a pasos increíbles. Los científicos pueden ver lo que está ocurriendo en otro planeta en cada instante. Con un microscopio podemos ver partículas que hace 10 años era inimaginable verlas.

La comunicación a través de redes sociales es cada vez más intensa. Recientemente vengo de viaje y podía sacar una foto en Europa y enviarla al otro continente en un segundo. ¿Acaso no es increíble? Y sin embargo, en el mundo cada vez hay más sufrimiento.

Cada vez hay más demanda de terapia, cada vez aumenta más el consumo farmacológico para anestesiar el dolor emocional.

La Organización Mundial de la Salud prevé que para el año 2023 la depresión será la segunda causa de discapacidad. ¿Dónde están los avances?

Nota (1)

Spinoza queda incluido entre los pensadores opuestos a la emoción y dentro de las escuelas de filosofía que pretenden liberar a la humanidad de la esclavitud de las emociones. Esta caracterización es errada, ya que el proyecto de Spinoza pretende la liberación, no de las emociones, sino de las pasiones: es decir, no de todo evento emocional, sino de aquellos en los que se es más efecto que causa.

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Bibliografía sobre el Artículo Emoción o Razón

-Teoría de la Comunicación Humana – Paul Watzlawick – Editorial Herder, 1993

-Looking for Spinoza – Damasio, A. – Londres, 2003

-El observador y su Mundo – Rafael Echeverría – Editorial Gránica, 2009

-Wikipedia para información sobre los cambios emocionales

Sitio Web de la OMS – http://who.int/en/

Axel Persello

Director del Instituto Americano de Formación e Investigación

Artículo útil si estás buscando saber la relación entre emoción y razón o entre razón y emoción.

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