Enojo Significado y Ejemplos

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SIGNIFICADO Y EJEMPOS DE ENOJO

Para comprender el significado del enojo se requiere un análisis que incluye definir qué es el enojo específicamente, qué lo dispara y cómo se expresa. Empecemos por definir que el enojo es una emoción que se produce cuando algo o alguien se interpone entre nosotros y nuestro objetivo. Este objetivo puede desde algo material hasta nuestro propio bienestar.

Extraído de varios libros de Paul Ekman más el enfoque gestáltico y los aportes de Norberto Levy, en IAFI elaboramos un resumen sobre el significado del enojo con ejemplos, que esperamos sirva de guía para que, cuando nos surjan la emoción del enojo, nos permitamos experimentarlo adecuadamente, en vez de reprimirlo.

CARACTERÍSTICAS DEL ENOJO O IRA

El enojo aumenta el flujo sanguíneo a las manos, haciendo más fácil empuñar un arma o golpear a un enemigo; también aumenta el ritmo cardíaco y la tasa de hormonas que, como la adrenalina, generan la cantidad de energía necesaria para acometer acciones vigorosas.

El enojo se manifiesta por la cara característica del ataque y de la violencia. Teóricos de la emoción han propuesto una serie de diversos temas para tratar el enojo, pero no hay evidencia para sugerir un hecho central pues puede haber varios temas a tratar sobre esta emoción.

Si tu relación con el enojo no es la más adecuada, sugerimos que leas el artículo de control de emociones

VERDADERO SIGNIFICADO DEL ENOJO

A pesar de los esfuerzos de los teóricos, no está claramente demostrado qué es lo que despierta el enojo. Según un estudio experimental desarrollado por psicólogos la situación más eficaz para despertar el enojo en los niños, es la interferencia física: al mantener agarrados los brazos de un bebé para que este no pueda liberarse, representa una metáfora precisa que ejemplifica una de las causas más frecuentes de enojo en niños y adultos: que alguien interfiera con aquello que intentamos hacer. Esto podría tal vez explicar el significado del enojo.

Si pensamos que la interferencia es deliberada, no accidental o innecesaria, nuestro enojo puede ser más fuerte. La frustración con cualquier cosa, incluso un objeto inanimado, puede generar enojo. Incluso puede haber frustración por una falla en nuestra propia memoria o la incapacidad de hacer algo que queremos hacer.

DISPARADORES DEL ENOJO

Cuando alguien está tratando de hacernos daño físico, el enojo y el miedo son las posibles respuestas. Si alguien trata de hacernos daño psicológico, nos insulta o denigra nuestra apariencia o nuestro rendimiento en una actividad o situación.

El rechazo de un ser querido puede ser otra causa para producir, no sólo tristeza, sino también enojo.

Una de las características más peligrosas del enojo, es que normalmente provoca más enojo, y este ciclo puede aumentar rápidamente. Se requiere un carácter casi santo para no responder con enojo a la ira de otra persona, especialmente cuando la ira de esa persona parece injustificada e irrazonable.

Hasta Messi se Enoja
Una imagen que recorrió el mundo

¿CÓMO AFECTA EN LOS VÍNCULOS EL ENOJO?

La decepción sobre el comportamiento de una persona también puede hacernos enojar, especialmente cuando esa persona es alguien que nos preocupa profundamente. Puede parecer extraño que podamos enojarnos con mayor intensidad con aquellos a quienes más amamos, pero esas son las personas que pueden hacernos daño real y nos decepciona más fácilmente, pues creemos conocer a estas personas y, a su vez, tenemos expectativas de ellas de manera que cuando actúan de forma diferente a como nosotros esperamos nos suele generar confusión e ira.

En las primeras etapas de una relación romántica, podemos idealizar muchas fantasías acerca de la persona amada y enojarnos cuando esa persona no cumple con nuestra fantasía.

Además, puede parecer más seguro mostrar la ira hacia alguien íntimo que hacia un extraño, dado que con los vínculos afectivos no existe el factor sorpresa en cuanto a la respuesta que esa persona nos pueda dar, la conocemos y sabemos de antemano como puede reaccionar.

Lo opuesto ocurre con persona extrañas a las cuales no conocemos y por ende el mostrar nuestra ira puede ser contraproducente y hasta dañino para nosotros pues no conocemos la forma en que este ha de reaccionar.

Otra razón por la cual nos podemos enojar con aquellos que más nos importan, es que esas son las personas que nos conocen íntimamente, conocen nuestros miedos y nuestras debilidades y conocen lo que más nos hiere.

ENOJO Y CREENCIAS

Además, es posible sentir enojo con alguien que expone acciones o creencias que nos ofenden, inclusive siendo un completo desconocido. El solo hecho de leer algo en el periódico o en algún libro con juicios o creencias con las que no estamos de acuerdo puede despertar nuestra ira.

Los teóricos evolucionistas, Michael McGuire y Alfonso Troisi, hacen la interesante sugerencia que la gente normalmente puede mostrar diferentes «estrategias de comportamiento» en respuesta a las diferentes causas, los temas y variaciones del enojo.

Se podría argumentar que la frustración, la ira de otra persona, la amenaza de daño y el rechazo son variaciones de interferencia.

TIPOS DE ENOJOS

El término enojo abarca diversas experiencias relacionadas. Hay una gama de sentimientos que van desde el enojo, la molestia leve y hasta la furia. No son sólo las diferencias en la intensidad de los sentimientos de enojo, sino también las diferencias en los tipos de enojo sentidos.

La indignación es enojo auto-justificado, mal humor es enojo pasivo, la exasperación se refiere a tratar de mantener la paciencia de forma excesiva. La venganza es un tipo de acción furiosa que por lo general es anterior a un período de reflexión acerca de la infracción, a veces de mayor intensidad que el acto que originalmente la provocó. Se asocia más al resentimiento.

¿EL ENOJO ES UNA EMOCIÓN O UN SENTIMIENTO?

El enojo es una de las emociones básicas. Cuando el enojo persiste, puede llegar a transformarse en un estado de ánimo, pero el enojo no es un sentimiento. Si bien el enojo se siente, cuando nos referimos a sentimientos estamos involucrando respuestas cognitivas. Es decir, el pensamiento está de por medio.

Así como uno puede tener un sentimiento de amor (la suma de una emoción más un pensamiento) , lo más parecido a un sentimiento de enojo, es el odio. El odio incluye una acción relacionada con el pensamiento. Desde ya, que para que se dispare el sentimiento de odio, la base puede ser la emoción del enojo. Pero el enojo desaparece, y tal vez, queda una sensación de que debe hacerse justicia. Aquí aparece el odio. Un estado de ánimo parecido es el resentimiento.

DIFERENCIA ENTRE ENOJO Y RESENTIMIENTO

A diferencia de cuando el sentimiento de enojo es breve, el resentimiento conforma otro miembro de la familia de la ira, en el cual se guardar rencor, un rencor de largo estadio, que es muy diferente a la ira comúnmente experimentada.

Si una persona ha actuado de una manera injusta, se podría no perdonar, sin embargo el sentimiento se alberga convirtiéndose con el tiempo en resentimiento, rencor que puede ser por un tiempo muy largo y a veces de por vida.

Esto no significa que se esté constantemente enfadado, pero cada vez que piense o vea esa persona la ira vuelve a emerger con igual o mayor intensidad.

La persona que se preocupa por una ofensa demasiado tiempo, rumiando en exceso sobre lo ocurrido, es propensa a que el resentimiento puede plantarse dentro de sí, haciendo que sea más difícil sacarlo y, haciendo a su vez, que la posibilidad de generar venganza sea mayor.

LA NO EXPRESIÓN DEL ENOJO

Entendemos que el resentimiento se genera por no poder expresar el enojo en su momento. Generalmente esto sucede con las figuras de autoridad, como jefes, padres, madres o maestros.

Si el enojo se pudiera expresar en el momento en que ocurre el hecho, difícilmente pueda quedar terreno fértil para el resentimiento, pero cuando sucede lo contrario, el sentimiento es de que ocurrió algo injusto y que eso debe ser reparado de alguna forma. El resentimiento es común, pero no por eso deja de ser extremadamente dañino para la salud, tanto física como psicológica de quien lo padece. Uno, se vuelve esclavo del resentimiento, por así decirlo.

Sufre más quien siente resentimiento, que aquel a quien el resentimiento está dirigido

DIFERENCIA ENTRE ODIO, RESENTIMIENTO Y ENOJO

El odio, por su parte, es una aversión persistente e intensa. No estamos enojados continuamente con la persona odiada, pero encontrar a esa persona o escucharla cerca, fácilmente puede despertar sentimientos de enojo. También estamos propensos a sentir repugnancia y desprecio hacia la persona odiada.

Al igual que el resentimiento, el odio suele ser de largo estadio y se centra en una persona específica, generalmente, mientras que el resentimiento está conectado a una queja o un conjunto de agravios. El odio también puede anclarse, hasta llegar al punto donde nos preocupemos por la vida de la persona odiada.

Es difícil saber cómo clasificar el odio y el resentimiento perdurable. No son consideradas emociones dada la duración prolongada en tiempo, tampoco son estados de ánimo por la misma razón y también porque sabemos la razón por la cual nos disgusta o molesta alguien, mientras que por lo general cuando se trata de estados de ánimo no conocemos el porqué nos estamos sintiendo así.

Llamamos al resentimiento un estado emocional y al odio un vínculo emocional.

El punto es reconocer que estos sentimientos están bastante relacionados con el enojo, pero no son lo mismo que el enojo.

De estar interesado en el significado de las emociones, así como de su expresión, recomendamos nuestro Curso de Comunicación No Verbal en IAFI. También podrá encontrar artículos sobre el significado del miedo y el significado de la tristeza, entre otras emociones y sentimientos.

EL MENSAJE DEL ENOJO

Si el mensaje de la tristeza es un grito de ayuda, es más difícil de especificar un solo mensaje para el enojo: «¡Fuera de mi camino!». Sin embargo, no parece encajar con la ira provocada en respuesta al enojo de otra persona o la ira sentida hacia una persona que uno lee en el periódico que ha hecho algo escandaloso. A veces la ira es más que un sentimiento de querer a la persona ofensiva fuera de nuestro camino, es el sentimiento de querer hacer daño a esa persona.

 RELACIÓN CON OTRAS EMOCIONES

El enojo rara vez se siente solo por mucho tiempo. El miedo a menudo precede al enojo. Algunas personas a menudo mezclan disgusto con enojo, repulsión por el objetivo que también atacan. Por otra parte, el disgusto puede centrarse en uno mismo por haberse convertido en enojo, por no haber ejercido un control suficiente sobre las personas o las circunstancias. Algunas personas se sienten culpables o avergonzadas por tener sentimientos de enojo.

OBJETIVO BIOLÓGICO DE ESTA EMOCIÓN

Se dice que el enojo es la emoción más peligrosa ya que, podemos tratar de hacer daño al objeto de nuestro enojo. Pueden ser sólo palabras de enojo, gritos o una respuesta más deliberada, pero el motivo es el mismo: causar daño al objetivo. ¿Se encuentra este impulso de herir necesariamente incorporado en la respuesta del enojo?

De considerar afirmativa la respuesta, deberíamos retroceder en nuestras vidas para ver intentos tempranos de herir en nuestra infancia y observar su disminución cuando el niño se le enseña a frenar ese impulso.

RESPUESTAS DE UNA PERSONA ENOJADA

Sin considerar negativa la respuesta, el impulso del enojo puede ser simplemente para hacer frente a la fuerza en contra, sin que necesariamente tratemos de herir a la persona que lo está causando.

Si eso fuera así, entonces se podría observar un comportamiento agresivo en aquellos niños que aprenden, de los padres u otras personas, que herir a una persona es la forma más eficaz para eliminar el problema.

Si el daño no está integrado en el sistema de respuesta del enojo, entonces podría ser posible criar a los niños de tal manera que golpear o lastimar no sea parte de lo que hacen cuando están enojados con los demás.

Golpear, morder y patear son acciones que se llevan a cabo a muy temprana edad en la mayoría de los bebés, pero comienza a estar bajo control alrededor de los dos años de edad y así disminuye sucesivamente cada año siguiente.

«La capacidad para la violencia… no es abolida…. Siempre está ahí».

Melvin Konner – Psiquiatra y antropólogo

El impulso de hacer daño, para casi todo el mundo, es una parte central de la respuesta de ira. Sin embargo, también existen importantes diferencias entre nosotros en la manera en cómo sentimos estos impulsos violentos.

A pesar de que podemos condenar a la gente por lo que dice o hace cuando está enojada, somos capaces de entenderlos. Es la persona que hace daño sin enojo la que no es comprensible y es, a menudo, visto como verdaderamente aterrador.

La gente normalmente se arrepiente de lo que ha dicho cuando tiene enojo.

En sus disculpas explican que fueron capturados por el enojo, y afirman que lo que fue dicho no era realmente lo que querían decir, que sus verdaderas actitudes y creencias estaban distorsionadas por el poder de esta emoción. La frase común «perdí la cabeza» es un ejemplo de esto. Las disculpas no son fáciles mientras no puedan deshacer el daño hecho.

INCAPACIDAD DE EXPRESAR ENOJO

En cada uno de nosotros es diferente la intensidad con que podemos experimentar cada emoción. Algunas personas simplemente no tienen la capacidad para experimentar una cólera muy intensa y la furia exacerbada es algo que quizás nunca puedan experimentar en sus vidas.

En este caso, desde el punto de vista de la psicología gestáltica, está actuando un mecanismo de defensa o interrupción.

Las diferentes expresiones de la ira no dependen únicamente de si la “mecha” es corta, sino en la cantidad de explosivos existentes.

Los científicos aún no saben el origen de esas diferencias, ¿Cuánto es aportado por la herencia genética y cuánto por el medio ambiente? Es muy probable que ambos desempeñen un rol diferente.

Casi todo el mundo puede evitar actuar o hablar cuando está enojado, incluso estando enfurecido. Tengamos en cuenta que decimos casi, porque hay personas que parecen incapaces de controlar su ira.

Esto puede ser un patrón de por vida o el resultado de una lesión en un área particular del cerebro. A pesar de que podríamos sentirnos obligados a decir algo desagradable o a llevar a cabo un ataque físico, la mayoría de nosotros puede optar por no actuar.

Unas pocas palabras podrían salir al aire, podemos agitar un brazo, pero el control es posible para casi todo el mundo. Todos nosotros, o casi todos nosotros, tenemos la opción de no hacer daño.

Se presupone que la mayoría de la gente actuaría de forma violenta si ve a su hijo en peligro de muerte o asesinato, surge entonces la pregunta: ¿Es esto realmente una pérdida de control? Cuando la violencia alcanza un propósito útil, pocas personas lo condenan, aun no siendo impulsivo y planificado cuidadosamente.

ENOJO Y SOCIEDAD

Incluso Su Santidad, el Dalai Lama cree que la violencia en tales circunstancias es justificable. Pero no todo el mundo, incluso en una circunstancia extrema, sería capaz de actuar en forma violenta.

No pareciera ser cierto que aquellos que no actúan tienen un umbral más alto para la ira, que una provocación más grave tenga que ocurrir para que se pierda el control, ya que es difícil concebir una provocación más extrema.

Algunos no podrían actuar por miedo y otros por el valor y creencias muy arraigadas de nunca ser violentos.

Hay un costo cuando mostramos nuestros enojos. Acciones y palabras iracundas pueden dañar una relación por un momento y a veces permanentemente, con frecuencia provoca represalias de la otra parte.

Incluso sin las acciones de ira, nuestra expresión facial  o el tono de la voz, señalan el objetivo con el que estamos enojados.

Las personas enojadas no son bien vistas socialmente. Los niños con tendencias a enojarse pierden la aprobación de los demás niños, de igual manera los adultos enojados son socialmente relegados.

Cuando el enojo es intenso, puede que inicialmente no se identifique o ni siquiera registremos que estamos enojados, es decir, que ni siquiera somos conscientes de estar enojados, a pesar de que estamos diciendo palabras de enojo y realizando acciones de enojo.

CONSCIENCIA DEL ENOJO

El principal beneficio de ser conscientes y estar atentos a nuestros sentimientos de enojo, es la posibilidad de regular o suprimir nuestras reacciones, reevaluar la situación y planificar las acciones con mayor probabilidad de eliminar la fuente de nuestro enojo.

Si no somos conscientes de lo que estamos sintiendo y simplemente actuamos en consecuencia, no podemos hacer nada de eso.

Sin el darse cuenta, somos incapaces de reflexionar un momento sobre lo que estamos a punto de hacer o decir, nos encontramos más propensos a hacer o a decir cosas que después arrepentiremos.

Aunque somos conscientes de nuestra ira, si no somos capaces de estar atentos a cuando la comenzamos a sentir, si no somos capaces de dar un paso atrás, haciendo una pausa para considerar lo que está sucediendo, no vamos a ser capaces de ejercer cualquier elección sobre lo que lo que hacemos.

Por lo general, no vamos a ser inconscientes de nuestro enojo por mucho tiempo. Tal conocimiento no garantiza el control, pero ofrece esa posibilidad de evaluar lo que haremos.

Para algunas personas el viejo adagio de “contar hasta diez” antes de actuar puede funcionar, mientras que otros pueden necesitar salir de la situación, al menos temporalmente, para permitir que su ira disminuya.

Si te interesa gestionar tu enojo o el resto de las emociones, nuestra Certificación en Coaching Ontológico puede ser de tu interés.

CÓMO AFECTA A LAS RELACIONES

Hay una forma particular de responder con enojo que provoca problemas en las relaciones íntimas. John Gottman encontró lo que él llamó “táctica del cerrojo” en sus estudios de matrimonios felices e infelices.

Los hombres más a menudo que las mujeres muestran una fría retirada de la interacción, en la que la persona se bloquea y no responde ante las emociones de su pareja.

Por lo general, la “táctica del cerrojo” es una respuesta ante el enojo o la queja de otra persona, en la cual quien la pone en práctica se retira porque se siente incapaz de lidiar con sus sentimientos y los sentimientos de su pareja.

Sería menos perjudicial para la relación si, en cambio, ambos se abren a la escucha de su pareja, reconoce su ira y es posible hablar de ello en un momento posterior en el cual es posible hablar y sentirse en un mejor control emocional.

Todas las personas tienen dificultades para controlar su ira cuando se encuentran en un estado de ánimo irritable. Cuando estamos irritables, nos enojamos sobre asuntos que no nos molestan normalmente, estamos buscando una oportunidad para enojarnos.

Cuando estamos irritables, algo que podría haber sido sólo una molestia hace que nos enojemos, mientras que algo que nos hace moderadamente enojar nos pone furiosos. El enojo en un estado de ánimo irritable dura más y es más difícil de manejar. Nadie sabe cómo salir de un estado de ánimo, a veces, dedicarse a actividades divertidas pueden ayudar, pero no siempre.

ANTROPOLOGÍA DE ESTA EMOCIÓN

Podría parecer que el enojo no es útil o adaptado o, tal vez, el enojo fue adaptado por nuestros ancestros que eran cazadores o recolectores, pero no en nosotros. Este tipo de pensamiento ignora una serie de funciones propias de la utilidad de la ira.

El enojo puede motivarnos para detener o cambiar lo que nos hizo sentir rabia. El enojo ante la injusticia motiva acciones para lograr el cambio. La persona que ofende tiene que aprender que lo que nos ha hecho nos disgusta, si es que queremos que la persona deje de hacerlo.

Parte del mensaje que debemos obtener de nuestra propio enojo es «¿Qué es lo que me está haciendo enojar?» Lo que puede no siempre ser obvio. El enojo nos dice que algo tiene que cambiar, si queremos lograr el cambio más eficaz, es necesario conocer la fuente de nuestro enojo.

ENOJO Y MIEDO

Cabe destacar que el enojo y el miedo a menudo se producen en las mismas situaciones, en respuesta a las mismas amenazas, el enojo puede ser útil para reducir el miedo y proporcionar la energía necesaria para movilizar las acciones que hagan frente a la amenaza.

El enojo se ha pensado como una alternativa a la depresión, culpar a otros en lugar de a uno mismo por los problemas experimentados, pero no es seguro que esto sea así, porque el enojo puede ocurrir con depresión también.

FUNCIÓN DE ESTA EMOCIÓN

El enojo informa a otros del problema. Como todas las emociones, el enojo tiene una señal, una señal poderosa tanto en el rostro como en la voz. Si otra persona es la fuente de nuestra ira, nuestra expresión de enojo le transmite a esa persona que lo que él o ella que lo que está haciendo es inaceptable.

Puede ser útil para nosotros que los demás reconozcan nuestro enojo, no siempre, por supuesto, pues la naturaleza no nos equipa con un interruptor para activar o desactivar cualquiera de nuestras emociones en las ocasiones en que desearíamos tenerlas o no tenerlas.

DIFERENCIA CON LA IRA

Si bien podríamos encontrar diferencias entre el significado del enojo y el significado de la ira, desde el punto de vista etimológico de la palabra, desde la mirada antropológica, son similares. La diferencia entre la palabra enojo e ira es principalmente cultural. En Argentina, por ejemplo, no utilizamos la palabra IRA, mientras que en Colombia, la usan más que la palabra enojo.

10 comentarios en «Enojo Significado y Ejemplos»

  1. ¡Hola VERONICA DEL GAUDIO, buenos días! ¡Gracias a ti por leernos e interesarte en el significado del enojo!

    Un cálido saludo!!!

  2. Gracias Patricia por tu comentario, nos alegra que te haya sido útil leer ejemplos y significado del enojo

  3. Muchas gracias Mirta por tu comentario, nos alegra que te haya gustado saber el significado del enojo, abrazo grande!

  4. Hola Carlos, es muy grato para nosotros leer tu comentario y saber que te sirva el significado del enojo, te enviamos un abrazo grande!

  5. Muy agradecido por el artículo… lo suficientemente explícito, claro y conciso.
    Felicitaciones al Autor!

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